¿quién soy, al fin, cuando no juego? un pobre huérfano abandonado en las calles de las sensaciones, tiritando de frío por las esquinas de la realidad, teniendo que dormir en las escaleras de la tristeza y comer el pan de gracia de la fantasía. de mi padre sé el nombre, me dijeron que se llamaba dios, pero el nombre no me dice nada. a veces por la noche cuando me siento solo, lo llamo y lloro, y me hago una idea de él a la que pueda amar ... pero después pienso que no lo conozco, que quizás él no sea así, que tal vez no sea nunca ese el padre de mi alma ...

¿cuándo acabará todo esto, estas calles por donde arrastro mi miseria, y estas escaleras donde encojo mi frío y siento las manos de la noche entre mis harapos? si un día dios me viniera a buscar y me llevara a su casa y me diera calor y afecto ... a veces pienso en esto y lloro de alegría al pensar que lo puedo pensar ... pero el viento se arrastra por la calle adelante y las hojas caen en el paseo … alzo los ojos y veo las estrellas que no tienen sentido alguno ... y de todo esto quedo apenas yo, un pobre niño abandonado, que ningún amor quiso como hijo adoptivo, ni ninguna amistad como compañero de juegos.

tengo frío de más. estoy tan cansado en mi abandono ... vete, oh viento, a buscar a mi madre. llévame noche arriba a la casa que no conocí ... vuelve a darme, oh silencio inmenso, mi ama y mi cama y la canción con la que me dormía ...

fernando pessoa.- libro del desasosiego.

advertencia legal                               2visuales@2visuales.es                       diseño web: 2visuales

609 131 164       621 210 797