¿nos tocará llorar por los viejos tiempos? , poliptico completo, 8 paneles de 100 x 100 cm, técnica mixta sobre soporte rigido. año 2013

… pero es que, chico, no da uno abasto … el viento en la popa. estamos todos hasta más arriba de la cabeza de trabajo. cómo se iba a imaginar mi padre que su hijo tendría un futuro así de brillante cuando con catorce años empecé a acompañarlo de peón y me llamaba torpe a todas horas. ni traer el botijo sabes, muchacho, yo no sé qué vamos a hacer contigo el día de mañana. pues mira por dónde, papá, no ha hecho falta que hicierais vosotros nada, lo he hecho yo solito, lo he hecho por mí, y desgraciadamente por ti ya nada puedo hacer: donde estás no hay necesidades, ni preocupaciones, ni agobios. me lo he hecho yo solo, he aprendido rápido, el bobito de la familia, ya ves: veinte conguitos en un andamio, y el volante de un todo terreno entre las manos y una sábana de seda de color rosa bajo el culo recién lavado por la manita suave de la ucraniana, que ahora la mueve arriba y abajo junto a su boca, y teclea con los dedos el tronco de mi nabo, ella trabajando aquí, echándole voluntad, porque con las copas y la coca la verdad es que no acabo de correrme, pero estoy feliz (toma, toma, mira cómo entra, otra vez, otra, toma, uf, mira cómo me la pones, cabrona), me gusta verme el nabo entrando y saliendo de esa boquita dulce, olvidado de la mujer y los niños, que van a lo suyo, que es gastar: se me han acostumbrado a todas las cosas buenas, el club de tenis, el paseíto por la bahía en el catamarán con un matrimonio amigo, el beauty y nails center, la cena de los sábados con la botella de moët descorchada para abrir boca, y un ribera del Duero; el brunch en el marriot los domingos: ¿qué es el brunch?, dice la publicidad de la radio que pretende desasnarnos: muy sencillo, mitad breakfast, mitad lunch, se responde a sí mismo el locutor, ni desayuno ni comida, ya ves, ni chicha ni limoná, el domingo fuimos al brunch, o el domingo iremos al brunch, y la ucraniana o lituana dale que te pego, sopla que sopla el trombón, no empujes tanto, y qué quieres, cabrona, toma, toma, trabájatelo, que para eso te pago, y la partida de golf, coño, más despacio, que me rascas con los dientes, no te embales, no tengas prisa, la cosa vendrá cuando venga …

rafael chirbes .- en la orilla (anagrama, barcelona de 2013)

advertencia legal                               2visuales@2visuales.es                       diseño web: 2visuales

609 131 164       621 210 797